Presentación del nº 18 de Crónicas Gabarreras

El miércoles 28 de agosto tuvo lugar en el Centro de Jubilados de Valsaín la presentación del N.º 18 de la revista Crónicas Gabarreras, que en esta edición (la número 19), aborda como tema principal la investigación.

El acto comenzó con mención especial y recuerdo para Julio de Toledo, colaborador de esta publicación fallecido hace pocos meses, quien, abogado de profesión y enamorado de nuestra tierra, es el autor de la publicación “Toponimia de Valsaín” (editorial Farinelli) fruto de sus frecuentes paseos por nuestros montes.

Seguidamente José Luis Vazquez, nuestro antiguo alcalde, hizo uso de la palabra a petición de los organizadores, y agradecido y emocionado, ensalzó como siempre ha hecho, los valores de nuestra comunidad, proyectados durante el incendio del pasado 4 de agosto, que pusieron de manifiesto una identidad vinculada a la solidaridad. Tuvo también un recuerdo para Julio de Toledo, de quien destacó su defensa de los intereses de los vecinos con eficacia y discreción, y calificó de histórica su publicación sobre la toponimia.

La ronda de intervenciones fue inaugurada por Felipe Gómez, quien llegó por primera vez a Valsaín en 1995 de la mano de su gran amigo y vecino de Valsaín Javier Rodriguez. Su vocación investigadora y su amor por la naturaleza se plasma en un interesante artículo en que habla del apasionante resultado de la suma de trashumancia y naturaleza, todo ello constatado a través de imágenes por satélite que permiten descubrir pasos naturales para sortear las dificultades orográficas. La referencia a los asentamientos reales en la zona que tuvieron como consecuencia el establecimiento de puntos de pagos de impuestos o diezmos, y a las cañadas reales completaron una enriquecedora intervención que Felipe quiso dedicar a nuestro vecino Leandro, padre de Javier, de quien dijo que era una “persona blanca” que le enseño mucho de nuestro pinar.

Ana de Toledo, representando a su padre, agradeció el respeto y el acompañamiento hacia su figura, persona discreta y humilde enamorada de Valsaín, que dedicó su vida a captar y compartir cada detalle de nuestro entorno, pájaros, árboles, lugares… siempre tras la búsqueda de conocimiento sobre la zona. Muy entrañable la referencia a como su padre activó su pasión por la naturaleza y por el monte en sus hijos y amigos.

La carga emocional fue latente en el turno de Antonio Martín, concejal y vecino. El tono de devoción y veneración al hablar de la familia Ramírez, protagonista en uno de los artículos de este año, hizo que la audiencia se contagiara de la emoción desprendida por el ponente. Antonio transmitió el orgullo por su familia y como gente de bien y persona transparente que es, tuvo palabras de cariño hacia nuestro pueblo y nos deseo unas felices fiestas de Valsaín.

Rufino López, a petición propia fue presentado como colaborador, es vecino puesto que su familia desciende de Valsaín, afirmó estar “contento de estar ahí” y animado por el interés de la audiencia. Además, desplegó una enorme sensibilidad al hacer referencia a los textos e imágenes impresos, y nos animó encarecidamente a disfrutar y tratar de asimilar y percibir toda la información que se nos ofrece, desde un prisma enfocado en el corazón y la emoción. Rufino también hizo hincapié en la autenticidad de la publicación, en el homenaje a los mayores y en la capacidad que tienen las imágenes de reavivar recuerdos de forma sustancial. Destacó el enorme interés que muestran quienes llevan a cabo está publicación, llegando incluso a transcribir experiencias a quienes no son capaces de hacerlo por si mismos, creando una complicidad que Rufino describe como interesante y bella.

El turno del Cronista Oficial del Real Sitio fue lo que es el, un regalo, un regalo para nuestra comunidad, un regalo para las generaciones venideras y un regalo para todos los que boquiabiertos quedamos abducidos por este Genio, por este Fenómeno. Eduardo Juárez nos habló de su concienzudo y encomiable esfuerzo en su trabajo de investigación, otro más, sobre los orígenes de los habitantes de Valsaín, prometió sorpresas y además perseverancia, constancia y tesón en su extraordinaria labor de búsqueda de nuestros orígenes, raíces e historia. Además de andar metido en otras búsquedas de momento infructuosas como bares en el interior del pinar, pero este, al final encuentra uno… menuda cabeza tiene María Santísima.

Llegó el momento para nuestro alcalde, Samuel Alonso, quien se mostró agradecido a los escritores por “enseñarnos” (le pudo su vocación de maestro) y orgulloso y horado de poder disfrutar de artículos de gran nivel y calidad. Samuel, provocó un momento muy emotivo al recordar a los ausentes y agradeció a Jose Manuel y Maite su fantástico trabajo al frente de esta extraordinaria publicación. Para terminar, nos animó a sumar en positivo y a remar en la misma dirección, como quedó latente en el incendio que daño a nuestro pinar el pasado 4 de agosto.

Cerro el turno de intervenciones Elena Ros, dedicada al arte y al circo y con cuatro generaciones de fotógrafos a sus espaldas, apareció en el año 1991 por Valsaín con su cámara y llevo a cabo un reportaje de mucha calidad de como los mozos de Valsaín levantaban la plaza de toros de madera. Elena nos contó como domingo tras domingo en una “especie de espionaje”, tomaba fotografías de todo el proceso de “hacer plaza”, deleitándonos con unas instantáneas increíbles de los mozos de Valsaín en plena faena. Entre lo que comentó Elena, destacar la referencia a una historia de fuerza, energía, pasión y equipo, centrándose en el esfuerzo personal para conseguir el bien común, según Elena, todo un estudio antropológico. Durante la proyección del montaje fotográfico el puntillo emocional lo puso el paso del tiempo… y fue muy emocionante ver como después de la proyección, muchos de los presentes fueron a dar las gracias a Elena, sin duda merecidas por un trabajo tan entrañable como impagable, en palabras de la autora: “un regalo a los mozos de Valsaín, hombres de ahora, para que sus nietos conozcan lo que hacían”.

Cuando se cuenta con la genialidad de Eduardo Juárez, el tesón y la capacidad de Jose Manuel y Maite, la dedicación y humanidad de Antonio Martín, la emotividad de Ana de Toledo, la intensidad y el interés de Felipe Gómez, la sensibilidad de Rufino López, el ojo y la pasión de Elena Ros, y el compromiso y la implicación de Samuel Alonso, tenemos todos los ingredientes para disfrutar de una fantástica “sobremesa en familia”, así como la garantía de que nuestra historia y nuestras raíces están más vivas que nunca y lo más importante, lo seguirán estando...

Por último y como reflexión, creo que algo habremos hecho bien en este pueblo para tener el privilegio de gozar y disfrutar de gente como la que componía la mesa de ponencia, y otros muchos, que están generando tan extraordinario legado, una labor encomiable, que, como biennacidos en esta comunidad, no podemos dejar de agradecer nunca.

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